By Etam Cru |
Desde lo alto
gritó “no te enamores de mi, moriré dentro de poco”. “No me importa algo como eso”, respondió ella. Calló, haciendo volutas, planeando en
el aire, suavemente. Apareció en su mano, de un blanco impoluto, esponjoso,
derritiéndose poco a poco en un mar de lágrimas, ella lo vio irse con calma y sonriendo impotente. En unos segundos en la palma de su mano no quedaba más que una diminuta mancha de agua, cerró su mano y la apretó contra su pecho. Sabía el futuro que la
esperaba cuando se enamoró de un copo de nieve.
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