Cuando te veo en invierno
Siempre te veo en invierno, para compartir besos con
narices heladas bajo el cielo nocturno. Los días son cada vez más cortos, al
igual que tus besos. Busco tu calor, en este tiempo gélido que me hace apretar
los dientes para no tiritar, y tú me lo das a medias. Y me vuelvo a ver, antes
de lo que me esperaba, sola en mi casa. Pensando en que el máximo calor
de me
das sale de mis ojos, cuando llego a casa y me siento abandonada como un
perrito, esperando a la próxima vez que quieras enfriar mi nariz con la tuya. Y
me canso de esperar, y quiero volverme una bruja y dejar que el aire
azote mi cuerpo desnudo mientras bailo a la luz de la luna. Mientras cocino con
sapos y culebras y desato espíritus maléficos a carcajadas. Y quiero poder
mandarte hechizos cuando te odio, y hacer que se te caiga el pelo. Y mandarte
tormentas de nieve que te hielen los huesos, para que al sentir frío se te ocurra pensar en mí, para buscar mi abrazo. Quizás el invierno es en verdad mucho más cálido, pero hay demasiadas personas que no saben querer como dios manda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario