sábado, 7 de diciembre de 2013

Imaginación



By Contraomnes
            Cuando se creó al ser humano se le colocó entre la cabeza y el corazón una bellísima esfera de cristal. Dentro de ella había una materia informe pero maleable, con colores y temperatura cambiantes. Una esfera que contiene un sinnúmero de cosas que existen y otras que aún no han podido existir fuera de ella. Con su orbe el humano crea, rellena el mundo, lo moldea, lo pinta para quitarle el gris. Con ella se calienta de vez en cuando el corazón, puesto que más a menudo de lo que quisiéramos, éste amenaza con quedarse frío.

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