By Ida Michelle Huus |
Densas gotas de sangre caen sobre los talones de unos
zapatos de color rubí. Una joven llora desconsolada repitiendo una y otra vez
las mismas palabras mientras choca sus ensangrentados talones. “Hogar, dulce
hogar”, repite. Se tambalea en medio de un paisaje de fantasía, soñando con
abandonarlo. Alguien debió haberle dicho a Dorothy que a veces no es tan fácil
volver a casa.
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