miércoles, 10 de julio de 2013

Dulzura

El ser dulce se basa prácticamente un 100% en no decir nada que pueda molestar a la gente. Consideramos personas dulces a aquellas que no dicen cosas hirientes, que usan ese tono aterciopelado con los demás. La dulzura es poder conservar hasta el infinito una sonrisa maternal y unas formas delicadas. Se puede intentar ser dulce. En el proceso uno no azucara sus palabras para decirlas con suavidad, sino que endulza las palabras o comentarios ácidos para poder comérnoslos y que nos sepan mejor. Sin embargo, hay un límite. No se puede fingir ser dulce infinitamente. Después de un tiempo llegamos a un grado de máxima saturación en el que por mucho azúcar que añadamos, ésta no puede ser absorbida. Llegados a este punto sólo nos queda confiar en que a cada vez más gente le guste el café.      

By Ana Elena Pena

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