sábado, 20 de julio de 2013

El cuerpo humano



            El cuerpo del ser humano es increíblemente bello. Los músculos florecen como lirios de un recio esqueleto. Una osamenta que parece creada por el más minucioso arquitecto. Un cráneo que siempre sonríe, mirando con cuencas vacías y olfateando con su oquedad nasal. Como una serpiente descarnada, la columna sujeta al cráneo y lo une al resto del cuerpo. Al bastión de finas láminas que protege nuestros órganos, a la pelvis donde comienzan nuestras piernas. Si uno observa láminas de anatomía artística se da cuenta de que la piel oculta la armonía con la que nos movemos. Incluso el movimiento más torpe es generado por hermosos y precisos movimientos de huesos, nervios y músculos. Como un baile calculado al milímetro.

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